jueves, 9 de abril de 2009

Crónica de una ilusión

La semana santa es tiempo de alegria,alegria de la cual se hacen protagonistas esas caras , empapadas de nerviosismo por el rugir de tambores y cornetas.




Deben de entender lo dificil que es procesionar, porque al fin y al cabo en estas peculiares procesiones, no sacas grandes imagenes ni bellos palios, sacas una cosa mucho mas inmaterial, pero no por ello menos importante, sacas ilusiones.Por ello creo que cuando Miguel Angel levanto su trono en la puerta del super ole, se sintio orgulloso, orgulloso de si mismo y de todos los que le rodeaban.

Cuando sacas un "tronillo" a la calle juegas con los sentimientos no solo de anderos y demas tripulantes de estos barcos repletos de ilusiones, juegas con la sonrisa que se le dibuja en la cara a esas pequeñas manolas,que sueñan algún dia con presidir la virgen de las angustias,la grande,claro.




Por lo tanto , mi recompensa, no es mas que una simple sonrisa de complicidad,unos cuantos gritos de alegria y una cola llena de pequeñas personas vestidas de blanco, deseando coger su recompensa en forma de bocadillo.
Si todo esto, no es una dulce recompensa , no se que mas podre pedir.




Los pasos infantiles tienen incluso mas poder sentimental que los grandes. Cuando las pequeñas angustias se levanto en la puerta de la parrilla, señalando a la casa de Consuelo, rozo el cielo pidiendo al santisimo un hilo de esperanza, que ojala que haya atendido y otorgado.



VIVA EL PASO BLANCO Y LAS PROCESIONES INFANTILES